jueves, 19 de febrero de 2015

Hasta mañana


Voy a cerrar los ojos en voz baja 
voy a meterme a tientas en el sueño. 

En este instante el odio no trabaja 

para la muerte que es su pobre dueño 
la voluntad suspende su latido 
y yo me siento lejos, tan pequeño 



que a Dios invoco, pero no le pido 

nada, con tal de compartir apenas 
este universo que hemos conseguido 



por las malas y a veces por las buenas. 

¿Por qué el mundo soñado no es el mismo 
que este mundo de muerte a manos llenas? 



Mi pesadilla es siempre el optimismo: 

me duermo débil, sueño que soy fuerte, 
pero el futuro aguarda. Es un abismo. 



No me lo digan cuando me despierte.




                                                         Mario Benedetti.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario